Mi historia comienza a cobrar relevancia en el momento que me di cuenta que no tenía que seguir al común denominador de la gente que conocía, como rumbo de vida.

Cuando me di cuenta que no era la vida rutinaria la que quería para mi, comencé a trabajar en mi propósito.

Esto me llevó a comenzar un proceso de modificación de todas las concepciones que traía conmigo: creencias, limitaciones y nació ahí la semilla del cambio. 

Libros, talleres, cursos, podcast, Mentorías. Todo lo que ayudara a mi mente a crear ese cambio era prioridad.

Renuncié a mi trabajo como dependiente cuando aún me faltaban dos materias para recibirme de Contadora, estaba embarazada, con muchos miedos pero con sueños en familia y proyectos claros: crecer con el emprendimiento familiar para vivir de el, y lograr desarrollar mi carrera como Profesional Independiente.

Golpe de realidad:

Luego de dos años ejerciendo de manera independiente, y aprendiendo más de los golpes que de la experiencia, comencé a cuestionar si la profesión era mi verdadero propósito, comencé a evaluar si ese era todo el valor que tenía para entregar al mundo, a cuestionar cuánto cambiaba o mejoraba la vida de alguien y cuánto impactaba eso en mi vida y economía. 

Y la respuesta que venía intuyendo desde hace mucho tiempo la encontré. 

Y no me sorprendió. 

No, ese no era mi propósito. Pero si, un vehículo mega importante para llegar a identificarlo.

Así es que me crucé con una Mentora que fue de vital importancia para que mi vida tomara este rumbo.

Mi verdadero propósito es crear un cambio en ti. Que tu propósito sea más claro, que tus objetivos se tornen alcanzables, crear juntos las estrategias que impulsen tu emprendimiento.

Solo se trata de coincidir en el momento justo, con la persona indicada.